En este texto consideremos el término chisme como la comunicación que ocurre entre personas con algún tipo de amistad o familiaridad, que se da preferentemente de manera oral. Además, la información que es transmitida es verídica y bienintencionada.
Imaginemos a las células como personas, como nosotros; cuando tenemos la necesidad de expresar un chismecito. En algunas ocasiones, algunos tendremos a nuestros seres queridos lejos de nosotros y hacemos uso de las tecnologías para hacer llegar nuestro comunicado.
Algo parecido ocurre en las células durante la señalización endocrina (un tipo de comunicación entre células de órganos como el páncreas, la tiroides, los ovarios, testículos, entre otros), el mensaje lo transportan las hormonas las cuales viajan a través de la sangre.
Las células se comunican de diferentes maneras, también requieren mayor cercanía para comunicarse con células vecinas. Durante la época navideña en la que nos reunimos con nuestros seres queridos, nos gusta comunicarles chismecitos en persona. Nos gusta estar con mayor cercanía, lo que nos permite hablar en la cena familiar y que nuestros familiares y amigos nos escuchen a una distancia corta. Esto ocurre también en la señalización paracrina, en la cual las células se comunican con células vecinas.
Sin embargo, hay ciertos chismecitos que son necesarios comunicarlos con mayor discreción y a detalle. Por lo cual, buscamos estar aún más cerca de nuestra persona-objetivo, permitiéndonos estar hablando lado a lado. Las células tienen su propia señalización para este tipo de chismes, la señalización célula-célula o comunicación intercelular. El tipo de comunicación sobre la que aprenderemos en este texto.
Existe la comunicación intercelular por unión en hendidura, la cual está conformada por proteínas llamadas conexinas (Cx), el grupo de 6 conexinas forman un conexon .
El conexon que por su nombre nos da una idea de que forman una unión entre las células. Lo que me hace recordar los momentos en los que para contar un chisme rodeamos nuestra boca con nuestras manos y nos acercamos al oído de nuestra persona-objetivo. Nuestras manos formarían un “canal”, lo cual se ve en las células.
En el corazón humano se han identificado conexinas , que se nombraron de acuerdo con su peso molecular – por ser las proteínas moléculas- (30, 40, 43 y 45 kilodaltons o kDa: la unidad de peso usada para las proteína). Las conexinas del corazón difunden coordinada y eficazmente la señal eléctrica a todo el corazón, generando así un latido capaz de bombear sangre a todo el organismo.
En la obesidad, los niveles de la conexina 43 pueden desorganizarse o alterarse, generando un menor intercambio de chismes entre células. Es decir, una menor comunicación entre células contribuyendo a problemas en la conducción eléctrica cardiaca, generando algún tipo de arritmia en el corazón. Esto es, que el corazón lata muy rápido (taquicardia), muy lento (bradicardia) o de manera irregular. Un cambio en el ritmo del corazón representa una deficiencia en el bombeo de sangre. Esto pudiendo resultar en problemas más graves como insuficiencia cardíaca, accidentes cerebrovasculares o incluso muerte cardiaca súbita.
Estos son ejemplos de la importancia de los chismes entre las células de nuestro organismo, demostrando que no se encuentran aisladas de su entorno y recordándonos la importancia de nuestra comunicación a nivel social. Pero claro, también existen tipos de comunicación que no son tan benéficas en el entorno celular, ese será tema para un próximo artículo…
Referencias:
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