Cuenta la leyenda que el dios Quetzalcóatl hizo un regalo a los hombres aztecas, el árbol del cacao, que años después se bautizó con el nombre Theobroma cacao, cuyo significado del griego es “alimento de los dioses” (del griego θεός /teos/ dios + βρώμα /broma/ alimento). Las almendras o granos de cacao son el fruto del árbol que crece mayoritariamente en América Central y Sudamérica, desde donde es originario. El fruto de cacao fue un alimento tan importante, que llegó a ser utilizado como moneda de cambio. Los aztecas solían tomarlo líquido y mezclado con otras especias, lo que resultaba en una bebida energética oscura y espumosa a la que llamaban “tchocolatl”.
Actualmente el cacao se mezcla con azúcares para producir chocolate a gran escala. La disponibilidad y gran variedad de chocolates, junto con la sensación de felicidad que se siente al comerlo, hacen que sea el regalo ideal para cualquier ocasión. Pero ¿qué tiene el chocolate que nos hace sentir cierto placer al comerlo? La respuesta es que las grasas que componen el chocolate se caracterizan por tener un punto de fusión en el intervalo de 27 a 32 °C, y esta es la característica organoléptica (propiedades descubiertas por nuestros sentidos) más interesante del chocolate. Ya que es posible fundirlo en el paladar con relativa rapidez y sin originar grumos, creando una masa cremosa de textura y sabor muy agradable. Otros beneficios del cacao es que contiene un aminoácido esencial llamado triptófano, que el cuerpo utiliza para producir melatonina y serotonina. La melatonina ayuda a regular el ciclo del sueño y la serotonina ayuda a regular el apetito y el estado de ánimo. Además, contiene teobromina, un alcaloide (una sustancia, producto natural de origen vegetal con acciones fisiológicas) que también es responsable de su efecto estimulante.
Algunos estudios sugieren que el cacao posee ciertos beneficios sobre la salud humana. Esto se debe a que contiene catequina, un antioxidante natural que reduce ligeramente la presión sanguínea. El proceso del cacao con sustancias que reducen la acidez destruye la mayoría de los flavonoides (compuestos presentes en muchas plantas que ayudan al ciclo celular), por lo que es recomendable consumirlo sin endulzantes. Además, el chocolate contiene ácido esteárico (grasa saturada) y ácido oleico (grasa monoinsaturada de la serie omega 9), que, a diferencia de otras grasas, no eleva los niveles de colesterol. De hecho, se ha observado que la ingesta frecuente de chocolate negro (sin procesos de endulzado) baja la posibilidad de un ataque cardiaco.
Sabiendo todo esto, ¿no se te antoja un chocolate? (o corre a regalarle uno a las mamás, felicidades mamás)
Chocolate en barra y cuchara con cacao en polvo. (Foto de Anete Lusina en Pexels)
Bibliografía
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Jeon, H.M.; Yoo, S.R.; Kim, S.H. The Relationships among Experience, Delight, and Recollection for Revisit Intention in Chocolate Exposition. Sustainability 2020, 12, 8644. https://doi.org/10.3390/su12208644
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