Según reportes, la anosmia o la pérdida del sentido del olfato se encuentra presente en más del 40% de los casos de COVID-19, siendo este uno de los síntomas más característicos de la enfermedad.[i] Para algunas personas la pérdida del olfato se da exclusivamente mientras la infección está en curso y se recupera poco después, pero se estima que entre el 20 y el 30% de las personas que lo padecieron no lo recobran aún después de varios meses de terminada la infección. Se desconoce si en estos casos la pérdida del olfato será definitiva o temporal y si la calidad de este volverá a la normalidad o quedarán estragos. La anosmia puede afectar sustancialmente nuestra calidad de vida y ponernos en riesgo, por ejemplo: podríamos consumir alimentos en mal estado, no percibir una fuga de gas o el humo en un incendio.
¿Cómo afecta el coronavirus SARS-CoV-2 al sentido del olfato?
Actualmente, se conocen dos maneras por las cuales el coronavirus SARS-CoV-2 puede causar anosmia. La primera es afectando a las células que mantienen la mucosa nasal en buen estado. Estas son muy importantes, pues dan soporte a las neuronas olfativas en las terminaciones nerviosas de la nariz, las cuales son las encargadas de la percepción de olores (señaladas en el esquema 1, en verde, como membrana olfatoria).[ii] Dichas células de soporte poseen muchos receptores de angiotensina, el punto de anclaje del virus, por lo que es natural que sean fuertemente afectadas durante la infección. En casos moderados, se ha observado que la mucosa comienza a repararse pasadas dos semanas de la infección. En casos severos de perdida olfativa, es posible que estás células de soporte hayan sido casi totalmente eliminadas; por lo tanto, las neuronas olfativas quedaron desprotegidas y murieron. Si este es el caso, la perdida olfativa podría ser permanente o su recuperación podría tomar mucho tiempo y ser incompleta.
Esquema 1. Nariz y sistema olfativo. El virus SARS-CoV-2 afecta la membrana olfatoria, pudiendo causar daños a las proyecciones del bulbo olfatorio (en verde). Fuente: cajondeciencias.com
La segunda forma en que el SARS-CoV-2 puede causar anosmia es menos directa y se debe a los niveles de Interleucina-6 o IL-6, una proteína generada durante la respuesta inmune tras una infección viral.[iii] Se sabe que altos niveles de IL-6 provocan perdida temporal del gusto y del olfato. Es probable que durante la infección uno o ambos mecanismos estén presentes y que, por lo tanto, cada uno deje secuelas distintas. Aún con la intensa investigación que actualmente se lleva a cabo, desafortunadamente no existen tratamientos o terapias comprobados para tratar la anosmia por COVID-19. Si padeces de anosmia, consulta a tu médico sobre las terapias ya existentes antes de la aparición de la pandemia actual.
[i] https://www.mayoclinicproceedings.org/article/S0025-6196(20)30546-2/pdf [ii] Bryche B, St Albin A, Murri S, et al. Massive transient damage of the olfactory epithelium associated with infection of sustentacular cells by SARS-CoV-2 in golden Syrian hamsters, Brain Behav. Immun. 2020 Oct; 89: 579–586. (10.1016/j.bbi.2020.06.032)
[iii] Leisman DE, Ronner L, Pinotti R, et al. Cytokine elevation in severe and critical COVID-19: a rapid systematic review, meta-analysis, and comparison with other inflammatory syndromes. Lancet Respir Med. 2020; 8: 1233-1244 (https://doi.org/10.1016/S2213-2600(20)30404-5)
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