Entrevista con Laura Elena Rodríguez – Pintora mexicana Por: Antonio Andrade – Periodista y Escritor mexicano México, Agosto 2021
Aunque no tuve el gusto de conocerle en persona, es decir que no tengo aventura alguna de la cual hablar sobre esta gran artista, bien puedo decir que su obra llegó a mí, inicialmente, por otras voces desperdigadas en ese maravilloso submundo hispano artístico que ofrece a ciudad, posteriormente y, obligados por esta cuasi interminable pandemia que nos ha azotado por más de 17 meses, tuve el privilegio de conocer su obra y trabajo y verdaderamente, quedé impresionado, les presento pues a Laura Elena Rodríguez, gran portavoz de ese México que tanto nos inflama el corazón.
Laura ha estado involucrada con el arte desde muy pequeña, inicialmente con el Ballet y el Teatro y posteriormente con la Pintura, su principal disciplina, pero también se ha visto involucrada de muy bella manera con la Ilustración y el Diseño.
“Desde que recuerdo, me ha gustado dibujar, iluminar y hacer todo tipo de manualidades, me gusta experimentar, retarme a mí misma y sobre todo a mi creatividad. Aproximadamente a los 14 ó 15 años, pasaba por una etapa difícil, por cuestiones de salud, me fue recomendado dejar la danza, siendo ésta, uno de mis pasatiempos favoritos, el impacto emociona fue tremendo”
Posteriormente, paseando en compañía de sus padres, alcanzó a ver un anuncio de impartición de clases de pintura, ellos le preguntaron, atinadamente y basándose en su interés por el dibujo y el color, si le parecía interesante enlistarse en las mismas y, ella, sin pensarlo dos veces, dijo que sí.
“Inicié mis clases de pintura por las noches, los compañeros de clase eran puros adultos, algunos tenían sus propios negocios, otros trabajaban de manera regular en empresas y oficinas, pero todos estábamos ahí por la misma razón; comencé haciendo dibujos a lápiz, posteriormente y con ayuda de mi maestro, fui probando nuevas técnicas, pero, mi finalidad, era aprender a pintar al óleo”
Su maestro notó el rápido progreso de Laura y, poco a poco, comenzó a instruirla en el arte del óleo, gracias a que sus compañeros eran personas muy cultas e interesantes y con una gran pasión por la pintura, su habilidad encontró un rápido y bien formado cauce.
“No recuerdo con exactitud, cuanto tiempo tomé las clases, fueron alrededor de dos años, posteriormente, al iniciar mis estudios universitarios, me vi obligada a abandonarlas, pero nunca dejé de pintar, así es como comencé mi camino autodidacta”
El gusanito del arte
Laura estudió dos licenciaturas, Comercio Internacional y Finanzas, y una maestría en Administración y, aunque la pintura, hasta ese momento seguía siendo un pasatiempo, su primera oportunidad para sumarse a las filas del arte, se le presentó en uno de sus primeros empleos, en donde fue invitada a impartir clases de pintura y apreciación artística a alumnos de preparatoria.
“Me gustó mucho dar clases, tanto, que al cabo de un tiempo, las impartía en dos o tres colegios, posteriormente, se presentó la oportunidad de incursionar en el mundo emprendedor pero una serie de adversidades, me obligaron a terminar con mi negocio, quedando así, una pregunta en el aire… y ¿ahora qué?”
Pero, aún con las vicisitudes, el gusanito del arte, ya había comenzado a trazar camino en su mente curiosa.
Destino Praga
Todos tenemos una historia que contar con respecto a Praga, algunos llegamos por coincidencia, otros por estudios, algunos más por amor y se cuenta por ahí, de alguno que otro despistado que, al dar una vuelta equivocada, se encontró perdido entre sus calles, para Laura, Praga se presentó de manera casual…
“Por el tiempo del cierre de mi negocio, comencé a charlar con un amigo que vivía en Praga, me sugirió hacer de tripas corazones y aprovechar el tiempo libre para comenzar a viajar de nueva cuenta y así, poder analizar distintas oportunidades de negocio en el extranjero, me extendió la invitación para visitarle y así llegué a Praga”
Laura llegó a la ciudad con la firme idea de viajar por Europa en busca de algo interesante para emprender de nueva cuenta pero, por azares del destino y por fuerza de una grata flecha de ese tal Cupido que, por veces nos mete en apuros y otras más, nos brinda grandes historias, comenzó un bello noviazgo con su amigo y anfitrión.
“Me quedé en Praga los tres meses reglamentarios y me devolví a México, mi novio fue a visitarme posteriormente para conocer el país y a mi familia, y fue durante su visita, que decidimos casarnos, así que, sin más, él volvió a Praga para alistarlo todo y yo llegué en 2010 para celebrar mis nupcias y asentarme”
Ay Praga, Praga, Praga – Diría Sabina
Al llegar a Praga, Laura se encontró con el temible mostro que a todos nos ha recibido, el choque cultural, durante su primer mes de estancia, dedicó su tiempo a la búsqueda de empleo pero, por aquellos ayeres, la mayoría de las ofertas requerían el dominio del lenguaje y sus pesquisas resultaron infructíferas.
“Así fue que mi esposo me dijo que por qué no volvía a pitar, aprovechando que tenía tiempo para ello, entonces fuimos a comprar lienzos, pinceles y pinturas, y me entregué de lleno a mi pasión”
Una vez que juntó un buen número de pinturas, mismas que reflejaban mucho de aquellos rincones que tanto extrañaba de México, su suegra, quien a veces se desempeñaba como curadora para algunos museos y galerías, le preguntó si no le interesaría exponer su obra.
“Esto me tomó por sorpresa, finalmente, yo seguía viendo esto como un pasatiempo, pero ella insistió y se puso en contacto con el director del Museo Frantiskovy Lazne, eran finales del 2010, el director mostró interés por mi trabajo y me ofreció un espacio para el 2012, esto me entusiasmó mucho y así, me di a la tarea de continuar pintando y buscando más espacios para exponer”
Desde entonces, el público Checo ha mostrado un profundo interés por su obra y ese reflejo maravilloso de la cultura mexicana que desborda.
“Siempre he encontrado interés por parte de los Checos por nuestra cultura, mis exposiciones y mis pinturas, me han permitido compartir más sobre nuestras raíces, procuro siempre, dar una plática en cada exhibición sobre México y los asistentes son muy participativos, preguntan mucho y comparten aún más, siempre recibo comentarios lindos sobre México y nuestras tradiciones”
Para Laura, el proceso de adaptación fue relativamente sencillo, al ser bien recibida por su familia política y los amigos de su esposo, nunca le faltó un círculo de apoyo en el país, como siempre le han gustado los idiomas y se le han facilitado, a la vuelta de los meses, ya podía hacerse entender y fue así como encontró un huequito en la sociedad.
Del amor y del odio a Praga
“A los pocos días de haber llegado, fuimos a comer a casa de la abuelita de mi esposo, pero él debía regresar al trabajo y yo me quedé “platicando” con ella, ella no hablaba ni inglés y mucho menos Español, pero como yo siempre cargaba mi mini diccionario Checo-Español, poco a poco conseguí entablar conversaciones con ella y comencé a visitarla una o dos veces por semana, también me tome el asunto como un reto personal, y procuré evitar comunicarme con otras personas en inglés, a veces no podía recordar algunas frases o palabras y me ponía muy nerviosa, entonces tenía que sacar mi hojita je je je”
Para Laura Elena, la relación amor-odio con Praga es inexistente, aunque reconoce que no es muy de su agrado la enorme distancia con México y el resto de su familia, se siente muy agradecida por todo lo que República Checa le ha brindado.
“Mi familia se ha hecho más grande, tengo muchos más amigos, me he fortalecido en muchísimos aspectos, he aprendido muchas cosas y, sobre todo, he tenido la oportunidad de hacer lo que más amo y disfruto”
Y.., ¿ahora qué?
Además de a pintura, Laura ha incursionado en la ilustración, actualmente está trabajando en un cuento para niños y desde el 2019 inició con la marca “La Catrina Bohemia”, proyecto con el que recrea la icónica imagen de la Catrina mexicana y mezcla nuestra cultura con lo europeo, estamos hablando de moda, de pasatiempos y algo de humor.
“Imprimo mis ilustraciones en playeras y tazas, mismas que han sido muy bien recibidas por público de todos los ámbitos y países como España, Francia, Italia, Chequia e incluso México”
Este año pinta, al igual que para muchísimas personas, algo difícil en cuanto al trabajo y la continuidad en las exposiciones; tiene planeada una exposición en Městská knihovna Ostrov, (biblioteca municipal de la ciudad de Ostrov) y definitivamente, tendrá muchas más sorpresas en el futuro cercano.
Te invitamos a conocer su trabajo y su arte en: www.laurelena.com
Y pues que el éxito no deje llenarse de colores y tradiciones en las manos de esta gran artista mexicana.
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