¡La información sobre el virus que causa COVID19 y la creación de las vacunas para combatirlo está en constante actualización, más rápido que en ningún otro momento! Durante el mes de diciembre la prensa se ha saturado de información sobre las vacunas, las aprobaciones y la distribución en cada país. En uno de nuestros artículos anteriores describimos el proceso de aprobación de las vacunas. Hasta este momento, 64 vacunas contra el virus causante de COVID19 (SARS CoV-2) se encuentran en ensayos clínicos, 12 de ellas ya están en fase 2 y 8 en fase 3. Debido a los resultados positivos de su fase 3 de los ensayos clínicos, en diciembre de 2020 se autorizó el uso de las vacunas de las empresas Pfizer-BioNTech (Estados Unidos y Alemania respectivamente), Astra-Zeneca (Reino Unido) y Moderna (Estados Unidos) en diferentes países. En el Reino Unido, Suiza, Canadá, México, la Unión Europea (UE) y otros países la vacuna de Pfizer-BioNTech fue aprobada para su uso de emergencia.
México participa junto con otros países, incluida la República Checa, en el sistema de adquisición de vacunas COVAX. COVAX es una colaboración coordinada por la Organización Mundial de la Salud, la Alianza de Vacunas (GAVI) y la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI por sus siglas en inglés). Además de la ya mencionada vacuna de Pfizer-BioNTech, en México se obtendrán vacunas de CanSinoBio y AstraZeneca (aprobada el 4 de Enero por COFEPRIS para su uso de emergencia).
Pero ¿existen diferencias entre estas vacunas? ¿Qué hacen diferente en nuestro organismo? Aquí les dejo un pequeño resumen de las vacunas que se encuentran en uso contra el virus SARS CoV-2. Las vacunas que se encuentran más avanzadas en los ensayos clínicos se pueden clasificar en tres tipos de estrategias:
Las “tradicionales” que utilizan virus inactivos.
Sinovac (China)
SinoPharm (China)
Las que usan vectores
Gamaleya (Rusia)
CanSinoBio (China)
AstraZeneca (Reino Unido)
Las que utilizan ADN o ARN.
Pfizer-BioNTech (EUA/ Alemania)
Moderna (EUA)
Figura 1. Las tres estrategias en las que se desarrollan las vacunas más avanzadas en los ensayos clínicos en contra de SARS-CoV-2 y su proteína característica, la proteína de pico o spike protein son: A) Vacunas que utilizan vectores, en este caso Adenovirus, B) vacunas que utilizan ARN mensajero y C) vacunas que utilizan al virus inactivo. Imagen creada con BioRender.com
Vacunas que utilizan al virus inactivo
Las vacunas que utilizan virus inactivos se producen al cultivar el virus SARS-CoV-2 en el laboratorio y por lo tanto se requieren laboratorios de alta seguridad. Los virus se inactivan con el uso de compuestos químicos como la formalina o beta-propilactona, o cambios de temperatura. Con estas vacunas nuestro sistema inmune responde a todo el virus, y no a secciones específicas. Los virus inactivados no pueden replicarse más y por tanto no causan enfermedad, pero sus proteínas, como la proteína del pico o spike protein del SARS-CoV-2, se encuentran intactas. Cuando los virus son fagocitados o comidos por las células del sistema inmune, son presentadas a otro tipo de células del sistema inmune que los eliminará, y otro tipo de células del sistema inmune producirá anticuerpos. Además, guardaran en su memoria al virus para identificarlo y erradicarlo más rápida y eficazmente cuando vuelva encontrarse con él.
Vacunas que utilizan vectores
Las vacunas pueden ser producidas también con secciones específicas del virus en lugar del virus completo. En este caso la vacuna requiere de un vehículo para transportar estos trozos del virus llamado vector. En el caso de la vacuna de CanSinoBio utiliza como vector a otro virus, el Adenovirus. Este virus se ha diseñado para no replicarse dentro de la célula y para tener en su interior una proteína del virus SARS-CoV-2. La vacuna de AstraZeneca también utiliza el Adenovirus como vector, pero en este caso transporta el ADN del coronavirus. Cuando la vacuna es inyectada en una persona, estos virus entran en las células y a su vez inyectan el ADN en el núcleo de la célula (donde se encuentra el ADN propio de la célula). La célula inicia el proceso de producción de proteínas. El sistema inmune guardara en su memoria las proteínas, ya sea producidas por la célula o las liberadas del vector para identificar y eliminar al SARS-CoV-2 en caso de encontrárselo después. La ventaja de estas vacunas es que el virus SARS-CoV-2 no debe cultivarse en el laboratorio durante la producción.
Vacunas que utilizan ADN o ARN
Las vacunas que utilizan ADN o ARN (específicamente ARN mensajero o ARNm) son desarrolladas más recientemente. El ARN y el ADN son moléculas llamadas ácidos nucleicos, y son nuestro alfabeto genético. Estas vacunas utilizan la información genética de las partes del SARS-CoV-2 en lugar de los componentes en sí. La vacuna contra el virus del Zika ha utilizado este sistema. En esta categoría podemos incluir también a la vacuna de AstraZeneca pues utiliza ADN. Sin embargo, la vacuna de Pfizer-BioNTech utiliza ARNm encapsulado en nanopartículas y no un virus. Cuando esta vacuna entra a nuestro organismo, las partículas que contienen el ARN entran en las células liberando el ARN. La célula lee este código y produce la proteína que contiene y se genera respuesta inmune y memoria como en los anteriores tipos de vacunas.
Las vacunas nos han ayudado a controlar gran cantidad de enfermedades causadas por virus o bacterias, evitando considerable número de muertes cada año. Las vacunas desarrolladas para responder al virus que causa COVID19 han demostrado respuestas esperanzadoras, sin embargo, se requiere un monitoreo cercano, pues no sabemos cuánto tiempo durará la respuesta inmune que generan. Gracias al rápido avance en la investigación y desarrollo de vacunas el año 2021 parece optimista para reiniciar de forma segura actividades sociales y viajes. ¡Esperemos que así sea!
Para más información consulta los siguientes sitios web:
Artículos anteriores sobre virus:
En inglés:
https://www.nytimes.com/interactive/2020/science/coronavirus-vaccine-tracker.html
Krammer F. SARS-CoV-2 vaccines in development. Nature Septiembre 2020. https://www.nature.com/articles/s41586-020-2798-3
Comments